Relaciones tóxicas, tal y como indica su
nombre, son aquellas que nos hacen sentir mal, infelices
y que, progresivamente, van destruyéndonos. En definitiva, es una
relación donde una o ambas partes sufren más que disfrutan de estar juntos y
van experimentando un desgaste emocional. Estas son las principales
características para reconocer que estamos en una relación tóxica, algo que
debemos evitar a toda costa.
A pesar de que es una relación negativa, suele costar ponerle fin y es difícil
salir de ellas.
No solos nos referimos a relaciones
amorosas, sino que también se pueden dar entre amigos, familiares, compañeros
de trabajo, etc. Lo que tienen en común es que siempre traen consecuencias
negativas, por lo que es fundamental saber detectarlas.
En ocasiones, es necesario pedir ayuda
profesional a un psicólogo que nos pueda ayudar.
Características una
relación tóxica
Estos son algunos de los signos más evidentes para detectar que estás en
una relación de este tipo:
·
Tras estar con esa persona te sientes mal o culpable
·
A veces prefieres no ir acompañado de esa persona por miedo lo que pueda
decir o hacer
·
Tu crecimiento personal no se desarrolla en la relación
·
La otra persona acaba siempre decidiendo por ti
·
Sientes que debes guardarte tu opinión para no generar problemas
·
Te sientes manipulado o manipulador
·
Critica mucho a tu entorno y no congenia con nadie
·
Sueles justificar el comportamiento de la otra persona
Existen muchos tipos de relaciones
tóxicas y suelen producirse por una baja autoestima,
el miedo a estar solos o a lo que está por venir, la creencia de que, tarde o
temprano, todo cambiará y la negación a creer que es una situación perjudicial.
¿Cómo gestionar y
salir una relación tóxica?
Para salir de una relación tóxica es
fundamental trabajar la autoestima, establecer
límites y aprender a comunicarse y tomar decisiones que, aunque a veces sean
difíciles, acabarán dando buenos resultados.
No es fácil dejar atrás una relación de
este tipo. El primer paso debe ser aceptar que estamos inmersos en
una unión tóxica, y dejar de justificar o buscar explicaciones para
mantener la relación.
Generalmente, si tomamos la decisión de
dejarlo, la otra persona hará todo lo posible para intentar recuperarnos y,
llegando incluso a la manipulación, por lo que cuanto
más apoyo y ayuda se tenga, más sencillo será avanzar.
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